Espiritualidad

Nuestra espiritualidad se basa sobre tres pilares: aspiramos a vivir integralmente el Evangelio de Jesucristo, Camino, Verdad y Vida, en el espíritu de san Pablo, bajo la mirada de María Reina de los Apóstoles.

Convertidas ya en templo del Espíritu por el sacramento del Bautismo, nos comprometemos, como mujeres consagradas, a un constante camino de discipulado. Convocadas por el amor de Dios, alimentamos nuestra unión con Él en la mesa de la Palabra de Dios y de la Eucaristía.

Según nuestro Fundador, el padre Santiago Alberione, los apóstoles para los nuevos  tiempos realizan su vocación en el espíritu y basados en el ejemplo de san Pablo apóstol. Él mismo descubre a este gran apóstol de la universalidad sobre todo a través del estudio y de la meditación de la carta a los Romanos: su personalidad, la santidad, el corazón, la intimidad con Jesús, su obra y el celo por todos los pueblos. En él Alberione ve a un discípulo que conoce al Maestro Divino en su plenitud; él lo vive totalmente; nos presenta al Cristo total como Camino, Verdad y Vida. Por esta devoción el hombre se deja aferrar del todo, conquistado por Jesucristo hasta poder decir, como san Pablo «Yo vivo, pero no soy yo quien vive, es Cristo el que vive en mí» (Gá 2,209.

 

Honramos con amor especial a María Madre de Dios y la invocamos bajo el título de Reina de los Apóstoles. Ella es aquella que ha entregado y sigue entregando a la humanidad a Jesús, como ramo que siempre lo lleva y ofrece a los hombres. Es la primera y perfecta Apostol de Jesús.